La inteligencia artificial es una realidad y podemos verla a nuestro alrededor. Su aplicación en distintos sectores ya empieza a asentarse, por lo que el sector energético también se une a la adaptación de esta tecnología.
Como parte de la digitalización de la sociedad, la inteligencia artificial resulta una base muy importante para el sector de la energía, configurándose como un agente clave en la transformación de esta gran industria.
La inteligencia artificial aplicada a la energía
La inteligencia artificial se refiere a la capacidad que los sistemas o las máquinas pueden adquirir para imitar la inteligencia humana. De esta forma, estas máquinas tendrían la capacidad de aprender y tomar decisiones por sí mismas, mejorando a partir de la información que recopilan y siendo capaces de resolver problemas y optimizar resultados.
En la programación tradicional, el programador era el encargado de introducir las decisiones, por lo que estas ya estaban determinadas. Con la inteligencia artificial, los programas y máquinas aprenden por ellos mismos a través del tratamiento de los datos y en ellos basan las decisiones realizadas.
El sector energético trata con una gran cantidad de datos e información. La implementación de la inteligencia artificial supone una facilitación para el manejo de estos datos, automatizando tareas y simplificando el trabajo, por lo que se generan múltiples beneficios:
- Una mejora en el servicio y en la competitividad.
- El aumento de la eficiencia.
- El ahorro de costes.
- Una mejora en la satisfacción de necesidades de los clientes.
Las áreas en las que incide la IA son:
- La automatización.
- La información en tiempo real.
- La monitorización y el control.
- La detección.
- La previsión.
- La anticipación.
La IA, tecnología que va unida a la digitalización y el Big Data, ayuda en la reinvención de un sector energético que se encuentra camino de una sostenibilidad energética eficiente y libre de derroches, la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, viendo la oportunidad de crear un nuevo bienestar social y apoyar el desarrollo económico gracias a la aplicación de soluciones innovadoras.
Áreas y procesos donde se aplica la IA
Las Smart Grids
Las redes inteligentes transportan electricidad y datos, por lo que equilibrar el consumo y la generación es un reto importante. Son capaces de realizar un análisis en tiempo real, conociendo el estado al momento, por lo que se pueden gestionar de forma más sencilla y eficaz.
La optimización de las redes
Las redes están cada vez más descentralizadas y digitalizadas. Por este motivo, hay que analizar una gran cantidad de datos en tiempo real, lo que permitirá anticiparse a la demanda, ajustando la producción (y facilitando la toma de decisiones) y evitar desperdiciar los recursos, algo que también ayudará a ahorrar costes.
Además, con la monitorización constante, se pueden detectar problemas o averías, incluso antes de que se produzcan, lo que permite gestionarlos de una manera más eficaz.
El cambio climático
En la lucha contra el cambio climático, la reducción de las emisiones es un punto clave en la que la IA incide a través de la generación de sistemas más eficientes. Esto se hace con la instalación de plantas más pequeñas, descentralizadas y renovables, completamente coordinadas y gestionadas gracias a la IA.
Además, las fuentes de energía renovables son intermitentes y dependen de condiciones climáticas para garantizar la producción. Con la IA se pueden predecir estas condiciones y conocer la cantidad de energía disponible para un momento determinado.
La movilidad eléctrica
La IA se está instalando en los vehículos eléctricos, tanto dentro de los mismos, para ayudar en su gestión y comunicación, como en otros puntos colindantes que sirven para facilitar la implementación de este transporte en la sociedad.
El consumidor
La inteligencia artificial también está presente en multitud de dispositivos presentes en la cotidianidad de los consumidores, como pueden ser los contadores inteligentes, los puntos de carga o los termostatos. El comportamiento de los usuarios con todas las tecnologías que forman parte del hogar inteligente produce datos que, debidamente tratados, ayudan a mejorar la eficiencia e integrar las energías renovables.
Como habrás podido comprobar, la aplicación de la Inteligencia Artificial en el sector energético es un tema complejo, pero de gran beneficio a todas las partes implicadas. Esperamos haberte ayudado a entender mejor su papel en esta área y te invitamos a contactar con nosotros para más información.