En Apyde hemos colaborado en la elaboración de un estudio sobre la flexibilidad en las redes de distribución de energía eléctrica con el fin de analizar el estado actual de la cuestión y las tendencias hacia los mercados de flexibilidad. Para la elaboración de este informe se han atendido especificaciones de los servicios de flexibilidad, su implementación técnica, los mecanismos de mercados para su adquisición y el papel de los distribuidores de energía eléctrica (DSOs).
Este documento ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo de Flexibilidad de FutuRed, participando los principales operadores de redes de distribución de España, así como organismos de investigación y universidades, fabricantes, consultoras, asociaciones de referencia del sector energético y entidades representativas de la administración pública.
El contexto de las redes de distribución
La transformación de las redes de distribución es un proceso en marcha que conlleva importantes beneficios para la sociedad y que nace del reto global de descarbonización del modelo energético actual y de la necesidad de cambios tecnológicos para adaptar las redes al nuevo contexto medioambiental, socioeconómico e industrial en que vivimos.
La modernización de las redes de distribución es una prioridad estratégica por el creciente grado de electrificación de las sociedades, la penetración de generación renovable distribuida y el desarrollo de nuevas formas de movilidad eléctrica. Por ello, el despliegue de las redes de distribución inteligentes y el desarrollo del nuevo rol de sus operadores permitirán el desarrollo de nuevas economías de servicios para los consumidores y los usuarios del sistema eléctrico. Este tejido atraerá nuevas empresas capaces de proveer nuevos servicios energéticos, materializando un cambio de paradigma.
La digitalización se convierte en un pilar fundamental para hacer de las redes unas infraestructuras más resilientes, fiables y flexibles que contribuyan al crecimiento de la economía y a la creación de empleo de calidad. Además, los operadores de las redes de distribución tienen un fuerte impacto local que crea valor en las comunidades donde despliegan su actividad y sirven de estímulo a muchos sectores económicos.
Operar las redes de distribución de un modo más flexible permitirá avanzar más rápido en la transición energética, aprovechando mejor la tecnología disponible, reduciendo los costes para los usuarios finales y mejorando la calidad de servicio.
Además, la flexibilidad es un concepto clave en la transición energética, algo que ya vemos hecho realidad con la penetración de las energías renovables y los recursos energéticos distribuidos conectados a las redes de distribución. Tan solo implementando mecanismos de flexibilidad, otorgando a los DSOs nuevas funciones que le permitan llevar a cabo una gestión activa de la red, se integrará toda esa generación distribuida renovable en las redes de distribución sin perjudicar la fiabilidad y calidad del servicio. De este escenario deriva la aplicación de mecanismos de flexibilidad que conseguirán un mayor grado de implicación de la demanda, así como una integración segura y eficiente de los recursos renovables.
Por su parte, las autoridades tienen un papel clave en promover las inversiones en redes necesarias para transformar los sistemas de distribución de energía en sistemas inteligentes, además de habilitar nuevas funciones y crear un esquema de incentivos eficiente para que los DSOs lleven a cabo esta gestión activa del sistema.
Requisitos para la flexibilidad
Las características de las redes eléctricas condicionan las posibles soluciones técnicas. Además, es fundamental garantizar en todo momento la calidad de suministro, la estabilidad y la fiabilidad del sistema eléctrico. Así, existen una serie de parámetros técnicos y económicos que se deben considerar para definir de forma correcta una solución de flexibilidad.
Características técnicas
- Caracterización del problema.
- Cuantificación de la necesidad.
- Características de la red implicada.
- Ámbito de localización de la necesidad de la red.
- Predictibilidad.
- Horizonte temporal para la contratación de flexibilidad.
- Nivel de coordinación entre las redes de transporte y distribución.
- Tiempos de respuesta de los DER.
- Grado de monitorización de la red.
Características económicas
- Nivel de estandarización de ciertos parámetros de los servicios de flexibilidad.
- Liquidez.
- Costes de transacción.
- Barreras en la entrada y salida.
- Acceso y disponibilidad de la información.
- Fases de la creación de mercados y esquemas de incentivos en función del tipo de necesidad.
- Eficacia y eficiencia de los mecanismos de flexibilidad.
Puedes consultar el estudio completo pinchando aquí. Y, si necesitas más información o tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto con nosotros.